Un diseño continuista
Mucho se ha hablado de él y muy bien, y la verdad, una vez que ha pasado por nuestras manos y lo hemos analizado, las sensaciones son muy positivas. El Samsung Galaxy S4 es un terminal muy potente, con unas características y funciones únicas y especiales, pero que, como todos, tiene algunos fallos de los que os hablaremos más adelante.Se trata del patriarca de la nueva gama Galaxy S4, presentada por Samsung durante los últimos meses, que cuenta en sus filas con otros gadgets destacados como el Galaxy S4 Zoom o el Galaxy S4 Active.
A pesar de que ofrece grandes e importantes novedades, a nivel de diseño, el S4 sigue una línea continuista y se parece mucho a su hermano pequeño, el SIII, aunque tienen algunas diferencias.
El nuevo buque insignia de Samsung es ligeramente más delgado, ligero y estilizado. Se trata de un dispositivo elegante con tán sólo 7,9 mm de grosor. Con sus 137 mm de alto y sus 70 mm de ancho, es más grande que un iPhone. El peso también se ha reducido ligeramente con respecto del S3, en tres gramos, algo que no parece demasiado sustancial, pero que sí llama la atención teniendo en cuenta el aumento significativo de prestaciones, batería, etc.
Un menor peso, debido en parte a la endeble carcasa de plástico. La sensación que produce esta no es nada buena. A simple vista parece que nos encontramos ante un móvil de gama baja.
La sensación al tacto es bastante buena, se siente bastante ligero y como es habitual en Samsung, el terminal cuenta con los típicos botones de home, retroceso y multitarea. En el lateral izquierdo tienes los botones de control de volumen y el conector para los auricualares, mientras que en la derecha se encuentra el de encendido y bloqueo. En la parte inferior cuenta con un conector micro-USB que sirve a la misma vez para la carga que para transferir datos del terminal a un PC, por ejemplo. Destaca la ausencia del botón dedicado a la cámara de fotos.
Está disponible en blanco y negro.
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